España no se ha planteado una verdadera política de vivienda. Desde el inicio de la democracia han ido pasando por La Moncloa partidos de derechas y de izquierdas, pero ninguno de ellos se ha enfrentado a esta “patata caliente” de una forma seria. El famoso artículo 47 de la Constitución reza que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna” pero eso nunca puede vulnerar los derechos de la propiedad privada, y debe ser el Estado el que ponga los recursos y medios para que los españoles puedan acceder a una vivienda. Los políticos deben poner las luces largas y desarrollar políticas para incrementar la oferta de viviendas públicas. El problema es que estas iniciativas tienen plazos muy largos y nuestros políticos solo piensan en políticas cortoplacistas ajustadas a los plazos electorales.
El Estado debería hacer una política de alquiler a través de un gran pacto de Estado con las principales fuerzas políticas, como lo han hecho ya otros países europeos, construyendo un parque de viviendas públicas en alquiler. Es preciso crear un parque de viviendas con un coste accesible al colectivo con las rentas más bajas. Fijémonos en el caso de Austria o de Alemania, el primero tiene un 50% de su oferta de viviendas en alquiler y el segundo ha anunciado la puesta en marcha de 400.000 viviendas en alquiler.
Estas medidas resolverían directamente el problema de la escasez de oferta. Al aumentar la oferta de viviendas, el precio se regulará de forma automática dentro del libre mercado. Intervenir el mercado inmobiliario con políticas de limitación de precios de los alquileres únicamente genera inseguridad entre los inversores y por lo tanto, una caída de la oferta lo que ocasiona tensiones de precios; todo lo contrario a lo que se necesita. Es alucinante que se estén aplicando estas medidas cuando se ha demostrado totalmente ineficaces en otros países vecinos; la experiencia en Berlín demostró que la regulación si bien, contribuyo a una caída de los precios, también al mismo tiempo provocó una reducción sustancial de la oferta de vivienda en alquiler, provocando que las personas con menos solventes se quedarán siempre fuera.
En Barcelona la oferta de pisos disponibles en alquiler ha caído un 40% según el portal inmobiliario, Fotocasa. Esta caída de la oferta se explica por los siguientes motivos; tras la pandemia, muchas viviendas han vuelto al alquiler turístico o temporal, muchos propietarios que alquilaban ven caer su rentabilidad y han decidido poner a la venta sus viviendas y se han paralizado muchos proyectos de obra nueva para alquiler (Build to Rent)
La cuestión es la falta de un marco legal estable y una oferta insuficiente de viviendas en alquiler. Es fundamental promover el alquiler de viviendas mediante medidas que permitan la inversión de particulares en la compra de vivienda con un marco jurídico sin incertidumbres.
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