La pandemia ha paralizado la economía, un gran número de sectores han visto como sus negocios se quedaban sin facturación, con todos sus empleados en ERTE y teniendo que solicitar préstamos ICO para poder hacer frente a los gastos fijos.
La situación es muy delicada, ya llevamos un año con la economía parada y probablemente nos queden unos 3-6 meses más. A nivel macroeconómico los fundamentales presentan datos desastrosos sin precedentes, hemos tenido una caída del PIB del 11%, la mayor desde 1939 y el número de parados ronda los 4 millones. Las previsiones para el 2021 son de un crecimiento del PIB del 6%, pero todo está ligado a la vacunación.
Los efectos en el sector inmobiliario también se han dejado notar. Los precios de las viviendas en Barcelona han caído un 3% en el 2020, mucho menos de lo esperado, ya que los propietarios se resisten a bajar los precios a la espera de que la vacunación ponga en marcha la economía de nuevo. En mi opinión esta situación de contención de precios no se va a aguantar durante el 2021, y espero ver caídas generalizadas de un 5-7% durante el primer semestre del año. Si las vacunas funcionan y la economía se activa veremos una recuperación de los precios en tercer y cuarto trimestre del año.
Es este gráfico te muestro la variación anual de los precios de las viviendas en Barcelona. Los datos del 2021 corresponden a febrero.
El ahorro de las familias está en máximos históricos y la salud de los promotores inmobiliarios es buena, su endeudamiento no tiene nada que ver con el de la crisis del 2008. La liquidez está penalizada, con unos tipos de interés en negativo y una alta volatilidad de la bolsa, la inversión inmobiliaria es una de las mejores alternativas.
En esta situación de alta incertidumbre existe una demanda embalsada que está a la espera de que la situación sanitaria se controle. La intervención de los poderes públicos regulando los precios del alquiler está generando una inseguridad jurídica que tiene a los inversores paralizados. Cualquier regulación que contraiga la oferta es un error.
Necesitamos medidas que estimulen la inversión inmobiliaria para aumentar la oferta de viviendas en alquiler. En este sentido, los estímulos fiscales que propone el PSOE para aquellos propietarios que bajen los precios del alquiler es una buena medida, pero no puede ser la única. Necesitamos que el gobierno sea valiente y ponga en carga su stock de suelo para promover vivienda social. De igual forma, se debería facilitar los cambios de uso de locales comerciales con poca salida por el auge de la venta por internet.
El sector inmobiliario es muy importante en la economía española y se debe poner las bases para dar la máxima seguridad jurídica para que los inversores, tanto nacionales como extranjeros, pongan en circulación su liquidez.
Cuando la campaña de vacunación consiga un 70% de inmunización, la economía se activará de nuevo y los precios de las viviendas dejarán de caer y veremos un repunte importante. Esperemos que los efectos positivos de la vacunación no se vean anulados por la híper-regulación del gobierno y que la demanda embalsada se ponga en marcha.
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